Este pasado sábado, en su discurso radial, Obama volvió a hacer nuevas promesas a cumplir cuando sea oficialmente el Presidente de los Estados Unidos. Entre las promesas más destacadas en su discurso se encuentran la inversión en infraestructuras y la renovación de Internet gracias a la extensión de la banda ancha.
Vayamos por partes. Obama quiere invertir los impuestos de los estadounidenses en calles y puentes. De este modo, se crearán millones de empleos con la mayor inversión que se recuerda desde que en 1950 se creó el sistema federal de autopistas.
Las nuevas tecnologías también representan un reto para el presidente electo de los Estados Unidos. “Necesitamos renovar las autopistas de la información. Es inaceptable que Estados Unidos esté en el puesto número 15 en el ranking mundial en acceso a banda ancha”, dijo Obama en su programa de radio. La verdad es que es cuanto menos paradójico que Estados Unidos, país donde se inventó Internet, esté en el puesto número 15 en el ranking mundial en cuanto al acceso a banda ancha se refiere. Obama se compromete a que todos los niños tengan la posibilidad de acceder a Internet aumentando y renovando el número de ordenadores disponibles en los centros escolares. De este modo, cree que los Estados Unidos será un país más competitivo.
Ya que por fin Estados Unidos va a gozar de un servicio de atención sanitaria público, a Obama también se le ha encendido la bombilla respecto a este tema y ha decidido modernizar el sistema creando una red informática entre los hospitales. De esta forma, los médicos tendrán acceso a los historiales de sus pacientes, cosa que evitará errores y, cómo no, miles de millones de dólares al año. Y es que teniendo en cuenta que Estados Unidos se encuentra en recesión económica desde diciembre del año 2007 no es de extrañar que, ahora más que nunca, Obama sea partidario del lema catalán “la pela es la pela”.
El ahorro sigue presente en un tema de gran importancia para los Estados Unidos: la energía. La Administración Obama también tomará medidas para que “los edificios públicos sean más eficientes en el consumo de energía”. ¿Cómo lo harán? Pues la verdad es que no se han estrujado mucho la cabeza: sustituyendo los sistemas de calefacción e iluminación antiguos por “bombillas eficientes”. Así es, el futuro energético de Estados Unidos en manos de bombillas eficientes.
En un post anterior, ya hablé de que Obama había pedido a su equipo económico que elaborara un plan de recuperación económica con el que se crearían 2,5 millones de empleos, se reconstruiría la infraestructura del país, se modernizarían los edificios públicos y se reduciría la dependencia energética del exterior. Aunque aún no hay cifras exactas, la prensa estadounidense cree que el Congreso aprobaría un plan cercano al billón de dólares.
Lo cierto es que todo en Obama promete un cambio y haciendo referencia a su plan, el presidente electo de los Estados Unidos ha asegurado que no se saldrá de la crisis a “la vieja manera de Washington”. Según Obama, no se trata únicamente de poner dinero, sino de evaluar los resultados de las reformas e invertir de forma inteligente los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.
Aquí en España, nuestro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue muy atento a todo lo que ocurre en Estados Unidos. También sigue tomando medidas de sensibilización social, cosa básica en un gobierno socialista. No obstante, sigue pasivo en los problemas estructurales del país. En España aún no sabemos cómo vamos a salir de la crisis. Zapatero consiguió tener voz y voto en la cumbre del G-20 el pasado mes de noviembre. Lo que quedó claro en aquella cumbre es que se evitaría el proteccionismo y que se fortalecerían los mercados financieros, pero los españoles seguimos sin saber medida concretas de nuestro gobierno. Y es que tal y como dijo Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro, nuestro presidente no debería tener miedo de tomas medidas de emergencia, sino de no tomarlas. Los españoles también queremos un cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario