El pasado 22 de noviembre, el presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, nombró a Robert Gibbs secretario de prensa de la Casa Blanca. Este nombramiento no coge de sorpresa a nadie, puesto que desde el día en que Barack Obama ganó las elecciones, el pasado 4 de noviembre, el nombre de Robert Gibbs ya se barajaba como integrante del equipo del presidente electo.
Gibbs nació en Auburn, Alabama, el 29 de marzo de 1971. Sus padres, Robert y Nancy Gibbs, trabajaban en la Universidad de Auburn y a ellos les debe Gibbs su interés por la política. A sus 37 años, Robert Gibbs hijo ha conseguido colocarse como secretario de prensa de la Casa Blanca, pero ¿qué se esconde detrás de esta figura?
Como cualquier otro chaval, Gibbs tocaba el saxofon en la banda de su colegio, era el portero del equipo de fútbol los Tigers y participaba en los grupos de debate. Se graduó en el colegio y su afición por el fútbol no desapareció. De este modo, también fue portero del equipo de fútbol Wolfpack, en el estado de Carolina del Norte. Robert Gibbs fue a la Universidad de Carolina del Norte y es licenciado en Ciencias Políticas.
Mientras era universitario, el nuevo secretario de prensa de Obama se convirtió en interno del miembro del Congreso Glenn Browder. Gibbs fue ganando posiciones y no tardó mucho en conseguir ser el representante del ejecutivo auxiliar en Washington. En 1996, Robert Gibbs regresó a sus orígenes, a Alabama, para participar en la campaña para el Senado de Browder. No obstante, la campaña fracasó. Un año después, Gibbs se convirtió en el secretario de prensa del miembro del Congreso Bob Etheridge. Más tarde, también fue el portavoz del senador Fritz Holling en su campaña. En el 2004, Robert Gibbs fue secretario de prensa de Johm Kerry en su campaña para las elecciones presidenciales. No obstante, Gibbs abandonó la campaña de Kerry.
En 2004, Robert Gibbs se unió al equipo de Obama cuando éste iniciaba su carrera como senador por Illinois. Durante esta campaña de 2008, Gibbs se encargó de asesorar al presidente electo en temas de política y estrategias de comunicación. De hecho se dice que era el asesor que más tiempo pasaba con Obama. El Comité Nacional Demócrata no vio con buenos ojos que Gibbs formara parte del equipo de Obama por la actitud agresiva que había mantenido anteriormente contra la campaña de Howard Dean, ex gobernador del Estado de Vermont y ex aspirante del partido demócrata a la Casa Blanca.
Gibbs es conocido como “el ejecutor” por sus métodos agresivos para contrarrestar las tácticas de los rivales. La función de Gibbs en el equipo de Obama era la de dar forma al mensaje de la campaña. En parte, se culpa a Gibbs de no hacer de Obama una figura suficientemente accesible para los medios de comunicación.
En su trabajo, Gibbs ha contestado con eficiencia y rapidez a los ataques que ha sufrido Obama durante su campaña. Por ejemplo, ante la afirmación “Obama es musulmán”, Gibbs contestó difundiendo información en varias redes de noticias en las cuales se decía que Obama no es ni ha sido nunca musulmán. Acerca de estos comentarios, Gibbs declaró: “Estas malintencionadas acusaciones son precisamente el tipo de política que han cansado al pueblo de los Estados Unidos”.
A pesar de su agresividad, Robert Gibbs disfruta de una vida tranquila en Virginia junto a su esposa y abogada Mary Gibbs y su hijo de cinco años.
De momento, no cabe la menor duda de que la figura de Barack Obama será ampliamente defendida por Robert Gibbs ante la opinión pública y ante todo aquél que ose atacar al presidente electo. Gibbs sabe cómo tratar a los medios de comunicación, qué información debe darles y cómo dosificarla. Que se preparen los estadounidenses, pues “el ejecutor” ha llegado a la Casa Blanca.
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